miércoles, 25 de septiembre de 2013

FÚTBOL Y ROCK: "THE SHOW MUST GO ON" (Parte II)

Geezer Butler alardea de camiseta.
Habíamos terminado la primera parte de esta entrada a ritmo de reggae de la mano de Bob Marley, centrocampista llegador, y en sus ratos libres músico. Pero ahora se acabó la tranquilidad de las líneas de bajo de de Aston Barret y la espiritualidad en la que nos envuelve Bob con su voz, ahora mismo cogemos el avión de vuelta a las Islas Británicas para conocer las ansias futbolísticas de los creadores de las atmósferas más cargantes y pesadas en el mundo de la música. Sí señor, estamos hablando de los padres del Heavy Metal: Black Sabbat. Naturales de Birmingham, ciudad donde comenzaron sus fechorías, todos los miembros de la banda han mostrado su apoyo apasionado al Aston Villa, desde su icónico cantante Ozzy Osbourne hasta el guitarrista creador del sonido Sabbatah, Tony Iommy. Pero parece ser que el socio más fiel e incondicional del club de  "los villanos" es el bajista Geezer Butler, que aprovecha la menor ocasión para mostrar los colores de su equipo. Basta con trastear un poco por internet para ver la relación de amor absoluto que Buttler tiene con el club. En su página web oficial (http://www.geezerbutler.com/) se le puede ver alardeando de su camiseta personalizada del Aston Villa con el número 13 a la espalda e impreso el nombre de Black Sabbath. Completa la fotografía una bandera de dos por dos metros haciendo las veces de funda de sofá. Aunque actualmente vive en Los Ángeles (EE.UU), no ha perdido contacto con el club de sus amores y se las arregla para seguir las andanzas del mismo en la Premier League. Querido tanto por los admiradores de sus bandas (Black Sabbath, Heaven and Hell etc.) como por los seguidores de  "los villanos", el bajista terminó de conquistar a estos últimos cuando en 2006, en la ceremonia de inclusión de "los Sabbath" en el Rock and Roll Hall fo Fame de Cleveland (O´Hio), soltó antes de que la banda abandonara el escenario un apasionado "¡Up the Villa!" que probablemente pocos yankis entendieron.

Punks londinenses con mucho talento
Y de los padres del Heavy Metal nos vamos a los padres del punk político. Bajaban las aguas revueltas en Londres en 1976. Se avecinaba el thatcherismo, la juventud desencantada había encontrado un modo de vida y estilo musical que canalizaba su rabia ante una sociedad hipócrita y un futuro más bien nebuloso: El punk. Pero entre los resquicios del nihilismo que destilaba este nuevo modo de vida caracterizado por la rabia, la provocación y la autodestrucción, se estaba colando un mensaje peligroso, el de la xenofobia y el racismo. Los partidos de ultraderecha ingleses estaban aprovechando el desencanto de la juventud para manipularlos a su antojo. Por eso, The Clash, con Joe Strummer al mando, decidieron combatir con su música y sus letras contra los prejuicios raciales, la desigualdad y las injusticias de todo pelaje. Pero no sólo de política vive el hombre. Los Clash, como cualquier chico joven inglés, le daban también al fútbol cuando tenían un rato. En el libro "Nuestra rebelión personal: Día y noche con los Clash", su autor Johny Green (ex. road manager) de la banda londinense relata cómo en las temporadas de estudio, siempre había partidos de fútbol calle en los descansos, que se desarrollaban en unas pistas cercanas al lugar de grabación. Se dice que el grupo comenzó a jugar sus "partidillos" en los descansos de los ensayos y grabaciones del "London Calling" para "crear grupo" entre miembros de la banda y técnicos. Joe era un jugador irregular y muy deportivo, en cambio el guitarrista Mick Jones tenía un talento extraordinario con el balón en los pies. (Así como para la música, puesto que si Joe Strummer fue el alma de los Clash, Mick era el mejor músico en el sentido amplio de la palabra). Además de ser buen jugador, Mick era aficionado de un equipo del oeste de Londres, nada más y nada menos que el Queen Park Ranger. La afición del guitarrista por el fútbol venía de antiguo. Jones, reconocido coleccionista de todo tipo de artilugios y recuerdos, reconoce que su colección favorita es su libro de autógrafos de jugadores de fútbol. Según sus propias palabras "Tengo a todos del equipo ganador del Mundial de Inglaterra. Los entrenadores, los preparadores, todos. Eso fue en 1966 cuando ganamos la Copa Mundial. ¡Lo más grande!" Ya en épocas más recientes, Mick ha sido nombrado socio honorario del Liverpool por los conciertos solidarios con los que ayudó a recaudar fondos destinados a las familias de las víctimas de la tragedia de Hillsborough. En definitiva una vida dedicada a la música y a combatir las injusticias sociales, pero sin dejar de lado una de sus más grandes aficiones.

Una foto legendaria
Para terminar con el trío mayor bandas británicas, y cambiando de estilo una vez más, pero siempre con guitarras eléctricas y rock como punto en común vamos con otra mítica: Queen. Si nos preguntamos qué relación tiene esta banda británica con el fútbol, seguramente lo primero que se nos venga a la cabeza será el famoso "We are the Champions" que suena hasta la saciedad berreado por los ganadores de cualquier torneo. Y efectivamente así es, Queen son los compositores de uno de los himnos futbolísticos más coreados del planeta. Con respecto al origen de tal canción existen dudas; algunas personas afirman que el himno es una canción de motivación y auto-superación sin más, otros aseguran que Freddy Mercury la compuso para el Manchester United. (De hecho la polémica fue alimentada por el propio cantante haciendo declaraciones en ambos sentidos).  Pero si vemos la foto que ilustra este párrafo nos podemos dar cuenta de que la relación de los británicos con el fútbol va más allá. Allá por 1981, la ya famosa banda de rock Queen giraba por Argentina. El 8 de Marzo la banda inglesa había colgado el cartel de "sold out" en la taquilla del estadio de Vélez Sarsfield (con capacidad de unas cincuenta mil personas), situado en el extremo Oeste de Buenos Aires. El público estaba entusiasmado con el show de los británicos. Tocando la fibra de los asistentes, el carismático frontman de la banda había decidido enfundarse la elástica albiceleste. Ya sabemos que para los argentinos, como para servidores, el fútbol es religión. Las canciones se sucedían una tras otra sin dejar respiro a los asombrados asistentes. Mercury era el centro de atención de las cincuenta mil almas que allí se congregaban. Hasta que antes de comenzar la canción número veintidós aparece en escena una figura conocida por casi todos los argentinos. Enfundado en una camiseta con los colores de la Union Jack, el que después sería héroe nacional argentino, Diego Armando Maradona tras dar un pequeño agradecimiento a la banda y presentar la canción al público comenzó a dar toques a una pelota mientras comenzaba a sonar el bajo de John Deacon introduciendo las primeras notas de "Another Ones Bites The Dust" Esto sucedió antes de que "El Pelusa" volara a Europa o regalara tantas tardes de gloria al combinado nacional Argentino. También sucedió antes de la guerra de las Malvinas y de la "Mano de Dios". Pero Freddy Mercury quiso unir rock y fútbol para lograr una comunión total con la gente, de hecho la idea de invitar al astro argentino fue suya. Así que lo que rock y fútbol han unido que no lo separen políticos y guerras.
Más allá de esta preciosa anécdota, el astrofísico y guitarrista de la banda, Brian May patrocina un club club de fútbol infantil (Purley Jubilee) que es entrenado por uno de sus técnicos. Sobre a qué colores profesa amor este hombre del Renacimiento metido a estrella del rock, no he podido sacar información concisa.

Los chicos de Pink Floyd posando para la foto de equipo
Finalmente, para ir terminando con las Islas Británicas, haremos mención somera a otros grupos y su relación con el fútbol nacidos en la "Pérfida Albión". Uno de ellos son los astros del rock progresivo Pink Floyd. Los integrantes del grupo llegaron a crear su propio equipo el Pink Floyd F.C. No sabemos qué tal combinaban las ingestas de altas cantidades de ácido lisérgico con partidos de tan noble deporte, pero el caso es que estos inglesitos eran unos apasionados. Buscando en la superficie de la red se pueden ver miles de fotos de ellos vestidos de corto. Los miembros del equipo apoyaban al Arsenal F.C y al Liverpool, y llegaron a introducir en su séptimo disco de estudio (Meddle), una canción que hacía alusión directa a una expresión en slang que se escucha en la grada de los estadios cuando ves a un jugador ver hacer algo que te asombra sobremanera. Esta canción es "Fearless" y comienza y termina con un audio del famoso cántico inglés "You´ll never walk alone".

Probablemente alguien me mataría si tras dos extensas entradas hablando de fútbol y música ingleses no menciono a The Beatles aunque sea de pasada. Efectivamente, los cuatro de Liverpool apoyaban a los equipos de su ciudad, en una relación de fuerzas bastante igualada. Parece ser que Ringo Starr y John Lennon apoyaban con todas sus fuerzas al Liverpool, mientras que Paul McCartney y George Harrison eran supoorters de su eterno enemigo el Everton.

Como podemos ver en las Islas son incontables los casos que relacionan deporte y música. El más famoso quizá sea el caso de los hermanos Gallagher. Los creadores de Oasis han mostrado impetuosamente su afición por el Manchester City a pesar de ser ellos naturales de Birmingham. Por otra parte, Rick Savage, bajista y fundador de la banda de hard rock Deff Leppard (la del batería manco) es seguidor del Sheffield United y fue jugador en su juventud, así como lo fue Richard Ascroft de The Verb, que jugó en los juveniles del Wigan Athletic y es un hincha del Manchester United declarado. Como se puede ver la lista se puede ampliar hasta el infinito.

Esto es todo por ahora. Para no dejarnos nada en el tintero habrá Fútbol y rock Parte III a modo de epílogo. Tengan una feliz semana.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

FÚTBOL Y ROCK: THE SHOW MUST GO ON (Parte I)

Fútbol y rock es un binomio que, por la la naturaleza de ambos eventos entendidos como espectáculos de masas, no puede si no funcionar. Probablemente, en lo primero que pensamos al relacionarlos es un estadio lleno de gargantas vociferantes mientras una banda de rockandroll  descarga su show en una apoteosis  de de watios y luces. Ahí están para el recuerdo el primer concierto de los Rolling Stones en Madrid, en el estadio Vicente Calderón, los numerosos shows de AC/DC en estadios de toda Europa, y como no, quizá en la madre de todas las simbiosis épicas, el mítico directo de la  banda británica Queen en el viejo Wembley, que esa noche de julio de 1986  escuchó la voz de Freddy Mercury elevarse sobre 150.000 almas en silencio mientras cantaba "Who wants to live forever" y alcanzaba una inmortalidad no deseada.

Alfaro, el delantero rockero.
Pero más allá de los recitales multitudinarios, existe una relación entre estrellas del rock y del pop y fútbol mucho más jugosa. En esta entrada trataremos sobre la pasión de algunas estrellas por el balompédico deporte, en algunos casos evidente, en otros casos rayando lo enfermizo, y en otros casos mucho más sutil.
Ahora bien, si al leer estas líneas has pensado, "¡Bien, por fin van a hablar de Álvaro Benito y su gran grupo de punk- rock, Pignoise"-, tienes dos opciones: Una es salir del blog, borrarnos de tu historial, retirarnos el saludo, nunca volver a aparecer por estos lares y rogar que no te encontremos... Otra es sentarte y leer un poco de lo que tienes delante y así quizá halles el camino hacia la luz. Por fortuna si estás leyendo esto eres (con casi toda seguridad) de los que recuerdan a Manolo Alfaro celebrando los goles que marcaba con el Hércules mostrando la pertinente camiseta de AC/DC, Barricada o Led Zeppelin que llevaba bajo la elástica blanquiazul (antes de las normas FIFA al respecto y del fútbol moderno)

Pasada esta plomiza introducción, aviso de que la lista es ciertamente aleatoria y errática, pero no por ello exenta de criterio.  Como podemos observar a lo largo de las dos entradas, muchos de los músicos que trataremos son ingleses o de países que a lo largo de la historia han tenido influencia anglosajona. No en vano, aunque esta sea una civilización bárbara  que se atreve a llamar al "fish and chips" gastronomía; haber creado el fútbol con las reglas actuales y dado a luz a Black Sabbath, The Beatles, Led Zeppelin, The Clash, Queen o Motorhead les indulta ante el juicio de la historia y sirve para qué explicar por qué las estrellas de rock inglesas tienen mayor tendencia a mostrar sus debilidades futboleras.

Rod Stewart y Eltohn John, calientan motores.
El caso más flagrante y famoso de estrellas futboleras salió a la luz hace no demasiado tiempo. Rod Stewart lloraba de emoción al ver como su Celtic de Glasgow lograba imponerse al que muchos consideraban mejor equipo del mundo en ese momento, el Fútbol Club Barcelona dirigido por Tito Vilanova. El cantante, nacido en Londres de familia escocesa,  es un apasionado del Celtic de Glasgow y acude a los partidos de su equipo siempre que puede. Por su puesto, tiene un asiento reservado que queda vacío si él no asiste. La victoria de su equipo del alma en Hampden Park justo en el 125 aniversario revelaron al mundo un futbolero apasionado. Detrás de esta imagen se escondía la vida de un amante del "football" desde su más tierna infancia. Intentando desarrollar su verdadera pasión y animado por su padre, el escocés que decantó a Rod a hacerse hincha del Celtic (aunque curiosamente él era del Hibernian), militó en el equipo amateur Middleesex School Boys y probó en las cageorías inferiores del Brentford S.C, equipo centenario del oeste de Londres que actualmente milita en la League One. Aunque el salto a la profesionalidad no llegó y la vida del bueno de Rod giró por otros derroteros, nunca abandonó su afición por el fútbol. Famosas son sus "pachangas" con otro británico de pro, Sir Eltohn John, así como su foto en el estadio "Monumental" de Buenos Aires en el que salió con la elástica albiceleste a dar su recital. Anteriormente Roderick David Stewart había visitado Argentina en el Mundial de 1978 donde estuvo apoyando a la selección nacional Escocesa durante su corta estancia en el torneo internacional.

El escudo del West Ham siempre viaja con Harris
Algunos años más joven que Stewart (aunque no muchos, nació en 1956) es el también británico Steve Harris, creador, bajista y compositor de la banda de heavy rock más famosa de todos los tiempos, Iron Maiden. Harris, como buen inglés,  apoya a uno de los equipos de su ciudad natal, de tal modo que el escudo del West Ham United lo acompaña siempre pegado en la parte superior de su mítico bajo "Fender Precision " blanco. Además dicen los que le conocen que tiene un toque de pelota bastante fino (las cuerdas de bajo tampoco se le dan mal), no obstante jugó en las categorías inferiores de su equipo del alma. En las giras de los Maiden siempre hay lugar para una pachanga, y de hecho, tienen su propio equipo de fútbol, el Iron Maiden F.C, con el cual disputan algunos partidillos a las ciudades donde van de gira. El uniforme de esta equipo, por supuesto que salió a la venta- merchandising manda- En las fotos interiores del disco "Virtual XI" se puede ver a los componentes de Iron  Maiden junto a jugadores y ex jugadores de prestigio internacional como Faustino Asprilla, Marc Overmars o Pol Gascoigne vistiendo el uniforme de la banda. Para terminar con los Maiden, en el vídeo oficial del tema "Wasted Years" (lo podéis ver insertado al final de esta entrada) se pueden ver imágenes del grupo en su (segundo) elemento, futboleando con bastante arte.

Menudo equipazo que se montó Steve Harris. Asprilla, Overmars, Gascoigne...



Bob con su amigo inseparable.
Nos alejamos unos cuantos kilómetros en el globo y unos cuantos compases en el estilo. Robert Marley Nesta Booker (1945-1981) se cuela en esta entrada con un nombre de fútbol y con un gol por toda la escuadra: "Libertad, el fútbol es libertad" decía Bob Marley a unos periodistas en alguna ocasión. Sí, ya sé cuán grande es la diferencia entre el reggae y el rock, pero convendremos que sel Señor Robert  es el primer músico de reggae  que tuvo marchamo de estrella de rock. Bueno, a lo que íbamos. Bob Marley era un auténtico apasionado del esférico. Decían que siempre llevaba uno y le servía para hacer amigos  y conocer gente. Como sucede en el caso de Steve Harris, Bob Marley jugó al fútbol desde bien pequeño, de hecho, muchos de sus biógrafos dicen que si no hubiera empezado con la pizarra el fútbol habría sido su modo de vida. También como los Maiden, en todas sus giras siempre había espacio para un partidillo diario. Admirador del Brasil de Pelé,  pudo jugar con un ex- compañero de O Rei, (Paulo César) en una visita a Río de Janeir. Allí recibió la camiseta del "diez" del Santos como detalle de cortesía. Otro sueño cumplido de Marley, según Alan Skill- ex futbolista y manger de Bob Marley, fue jugar en el "National Stadium" de Jamaica otro partido entre amigos, donde el jamaicano jugó de volante- delantero. Dice la leyenda que una herida causada por el pisotón de un periodista inglés en  1977, durante un encuentro de miembros de la banda de Bob Marley contra periodistas causó la herida (en el dedo gordo del pie) que acabó matándole cuatro años después. También dice la leyenda, que quiso ser enterrado con su Gibson Les Paul, un poco de marihuana, la biblia rastafari y una pelota para el viaje.


Como "bonus"de esta primera parte,  aquí queda el vídeo de "Wasted Years" donde se aprecian las artes futbolísticas de los Maiden:


viernes, 13 de septiembre de 2013

Lo indecente

Parafraseando a esos imprescindibles punk-rockeros levantinos: vamos a ver si entendemos de una vez/ que es lo indecente y lo que no lo es.
El final del verano (léase agosto) y el inicio de los campeonatos de liga, acostumbra a arrastrar, aparte del inexorable regreso a los monos de trabajo, cuellos de camisa y horarios de siete tipos diferentes, el histérico baile de los fichajes, traspasos, cesiones… y de millones de euros, libras o de cualquier moneda inventada por el ser humano o signo que lo represente. Nos envuelve esa subasta de ganado en la que, a diferencia de la que sellaban nuestros abuelos con apretón de manos y chato de vino (con sus luces y sus sombras), se incurre sobradamente en la indecencia.
Lejos de lugares comunes que en el gremio se manejan, más propios de la jerga de burdel, y partiendo de los años luz que nos distancian hoy en día de aquél todo necio/confunde valor y precio que nos legó el poeta (dónde habrá quedado, el pobre) tampoco es tan difícil saber qué es lo indecente y qué no lo es.
Indecentes son tres cuartas partes del periodismo deportivo, que descaradamente miente, engaña, manipula y nos toma por el género bobo (por algo será). Indecentes son las cifras, indecentes son los modos, indecente es el mensaje, indecente es la brecha entre ricos y pobres, indecentes son los desequilibrios entre las divisiones del fútbol profesional, indecente es en general el negocio del fútbol en particular. E indecente es decir que 100 indecentes millones de euros se reintegran vendiendo indecentes camisetas: 100 millones, divididos entre los 70 euros del precio medio por indecente camiseta (siendo generosos) arrojan la imperiosa necesidad de vender 1.428.571 de elásticas siempre que el 100% de cada indecente camiseta fuera indecente beneficio para el indecente club, sin contar con los pedacitos de la tarta que por el camino se quedan la indecente marca deportiva y demás indecencias. Aunque bien mirado, casi más indecente es tragarse diciendo felizmente Amén Jesús.